La fibromialgia no se ve, pero se siente. Y quienes la padecen lo saben bien: el cansancio que no desaparece, el dolor que cambia de lugar, la mente que a veces se nubla...
No hay una receta mágica, pero sí hay algo que marca la diferencia: Aprender a vivir con ella, no contra ella.
En este post queremos compartir algunos consejos que pueden ayudarte a llevar mejor el día a día con fibromialgia, cuidar tu energía y mejorar tu bienestar.
Escucha tus límites (y respétalos sin culpa)
La fibromialgia enseña que hacer menos a veces es hacer más. No se trata de rendirse, sino de reconocer lo que tu cuerpo necesita.
Organiza tu día con pausas, reparte las tareas y no temas pedir ayuda. Cada cuerpo tiene su ritmo, el tuyo también.
El movimiento suave es tu aliado
El reposo total empeora la rigidez, pero el exceso de actividad también aumenta el dolor. Encuentra ese punto medio con actividades como paseos tranquilos, yoga o estiramientos suaves.
El objetivo no es rendir, sino mantener tu cuerpo despierto sin agotarlo.
Prioriza el descanso, no solo dormir
Dormir bien con fibromialgia no siempre es fácil, pero el descanso es una herramienta poderosa.
Crea una rutina nocturna relajante: apaga pantallas antes de dormir, baja la luz, usa aromas suaves y busca una postura cómoda.
Elige un colchón y una almohada que se adapten a ti, que alivien la presión en hombros, caderas y espalda. Dormir no es un lujo: es terapia diaria para tu cuerpo. Estas 5 claves casi nadie la tiene en cuenta y marca la diferencia en tu descanso.
En nuestras tiendas puedes encontrar colchones y almohadas diseñados para mejorar tu descanso y cuidar tu bienestar cada noche.
Cuida tu alimentación (tu energía empieza ahí)
Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, omega-3, sin exceso de azúcar o ultraprocesados, puede ayudar a reducir la inflamación.
No se trata de una "dieta milagro" sino de darle a tu cuerpo lo que necesita para funcionar mejor.
Cuida también tu mente
El dolor constante agota no solo el cuerpo, también el ánimo. Practica técnicas de relajación y respiración. Y si lo necesitas, hablar con un profesional o un grupo de apoyo puede ayudarte a sentirte mejor. Clic para conocer 5 consejos para relajarse sin salir de casa.
Pequeños pasos, grandes cambios
La fibromialgia no define quién eres. Aprender a convivir con ella es un camino y cada pequeño paso cuenta.
Rodéate de calma, busca tu equilibrio y recuerda que descansar bien también es una forma de sanar.
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