Tu cerebro también necesita desconectar (aunque el grupo del cole no lo entienda)

Piénsalo: llevas el día corriendo de un lado a otro, el trabajo, las tareas, las compras...y cuando por fin te sientas un momento a respirar, tu móvil vibra. Y vibra otra vez. Y otra. Sí, es el grupo del cole. Y el del trabajo. Y ese familiar que siempre tiene "urgente" entre comillas. 

Tu cerebro empieza a dar señales de alarma: ¡Socorro! ¡Necesito descanso" Pero tu con la mejor intención, contestas a todos los mensajes. Un sticker aquí, un "jajaja" allá...y tu mente sigue en modo alerta.

Lo cierto es que el descanso no es solo físico, es mental. Podemos tirarnos 8 horas en la cama, pero si la cabeza no desconecta, el sueño se queda a medias. Tu cerebro sigue corriendo maratones de notificaciones, preocupaciones y listas infinitas de cosas por hacer. 

Resultado: te levantas cansado y pensando que un café gigante te salvará la vida. 

Sofass: Un aliado para un descanso completo

Aquí es donde entra Sofass y Colchoness Para que el descanso sea verdaderamente reparador, no basta con desconectar el móvil: necesitas un colchón que se adapte a tu cuerpo y complementos para el descanso que hagan que tu cama sea un oasis de relax. 

En nuestras tiendas podrás encontrar los mejores colchones, bases y complementos para que tu descanso físico acompañe a tu descanso mental. 

Buenas noticias

La buena noticia es que desconectar es más fácil de lo que parece. Poner el móvil en modo avión, apagar las notificaciones o simplemente reservar un rato para ti sin distracciones, puede cambiarlo todo. Tu mente lo nota, tu humor lo nota y, espóiler: tu sueño también lo nota. 


Así que la próxima vez que sientas que tu cabeza está a punto de estallar por los stickers del grupo del cole, haz un favor a tu cerebro: dale modo avión, aunque sea por unas horas. Y si lo haces desde un colchón que invite al relax, como los que encontrarás en nuestras tiendas, tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán. 

El descanso que tu cerebro y tu cuerpo se merecen

Porque, al final, solo cuando tu cerebro se permite desconectar y tu cuerpo descansa de verdad, el descanso ocurre de manera completa y reparadora. Y ahí, si, el café se vuelve opcional y las mañana ya no parecen un episodio de supervivencia extrema. 


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